martes, 28 de septiembre de 2010

Anoche llovió
Me va a dejar
Han cortado mi sueño en pesadillas
Me va a dejar
Hoy la novedad es la misma, mentiras
pero me abro paso entre la niebla
me recuerdan que existe la muerte
Me va a dejar
Se me estanca el aire, no le puedo hablar
Me va a dejar

No es el primero, es fácil sobrellevar.
En realidad no, es todo lo que me ha importado
a él yo lo amo y todo le he dado
Me dice que cree, pero que no entiende
Que entiende, pero no lo siente
Se va el aire, no puedo contestar
Me va a dejar

No, le digo que no es verdad
la niebla avanza y rápido espesa
se me nublan los ojos, son lágrimas
pero él me va a dejar
Ya no puedo decir más
Porque saldrán serpientes
Aunque sienta distinto
Me va a dejar

lunes, 30 de agosto de 2010

Ya tuve las tripas rebanadas y palpitantes, ¿por qué insisten en torcerlas?

jueves, 18 de febrero de 2010

No temas

Sacrificio.

Sacrificio siempre me supo a cruces quemadas, a sangre, a hambre y a plumas demacradas en el aire.

Siempre, en algún momento, lo necesitamos para el equilibrio de nuestras vidas.

Sacrificio, consternado, se vuelve hacia nosotros, expresa dolor en los ojos huecos del rostro, y nos pregunta: "¿Realmente es necesario?"
Sacrificio odia su nombre conocido y reconocido. Odia su destino y labor.

Hay numerosos seres que han oído de él; lo que hacen siempre, es usarlo como escudo escuálido y denigrante, como las faldas roñosas de una madre, como asilo en las iglesias en tiempo de inquisición.
Muchos se creen mártires.
Otros se transforman en exponentes de la creencia y la fe.
Líderes, ejemplo a seguir, seres perfectos.

He visto demasiado dolor.
Espero, que por su excesiva medida, no llegue a ver la muerte de mis niños.
A esas alturas, cualquier faena será justificada.

Sacrificio, destruido, se vuelve hacia nosotros, expresa sereno el dolor en los ojos huecos del rostro, y nos pregunta:

¿ES realmente necesario?