jueves, 2 de mayo de 2013

Un día desapareció simplemente
pero antes me miró con esa expresión
de fatiga y desconsuelo profundo
me dice que uno de estos días va a desaparecer
porque nadie la ha sabido amar
como ella nos ha amado a nosotros.

(Esta vida se edificó sobre los cimientos del bienestar
pero a través de los siglos el bienestar fue de unos pocos.
Esta es la vida que es infinitamente triste y agria
donde se encuentran vestigios remotos de alegría
al rededor de los árboles, los silencios, las melodías importantes
en las palabras oportunas, la unión, los lazos que persisten.
Esta es la vida infinitamente triste
la que me corresponderá destruir para volver a edificar
sobre los cimientos del bienestar de mis amados
y no del propio.
A ellos los haremos ver una esperanza más verdadera
para que así comprendan, y ojalá recuerden
que para ellos la vida es brillante y provechosa
lo infinitamente triste que fue el pasado
y que ojalá nos recuerden a nosotros.)