domingo, 3 de julio de 2016

Ya que el paso del tiempo es ineludible
Que las manos y el rostro se van agrietando
Los ojos se sumergen en la espesura del recuerdo
De los tiempos buenos, los tiempos de oro
Tópico que insiste y que no hace más que invocar fantasmas
Pero son tiempos buenos, son tiempos de oro
¿Son tiempos de oro?...

Aquí en los albores del camino empedrado
Han pasado cien años por cada año
Mil estrategias por cada paso
Una extraña juventud eterna que amenaza
Por tener ojos un poco más negros
Por tejer palabras un poco más oscuras
Por contar historias que parecen Historia
En la fría noche frente a la hoguera
Una soledad ambigua
Rodeada de nuevos pajarillos
Y la muerte ya no es importante
Porque jamás volvería a los 17

jueves, 12 de mayo de 2016

Sin razón aparente
-para variar-
Viene una calma tan incómoda
Tan ansiosa
Que no es posible reconocer
Hasta que la miras de frente
Y te das cuenta de que
En realidad
No es que hubiera ruido
Ese ruido que acompaña
Más bien
Nunca el ruido te hizo compañía
Aunque fuera carne, hueso y aliento
Es que
Siempre hubo silencio
Y nunca lo escuchaste

martes, 12 de abril de 2016

Se sumergieron perdidamente en la danza de todos los hilos de humo que identificaron. Uno fijándose en las curvas, el otro propenso a las líneas.
Cuando el trance se rompe es el primero quien siempre sale perdido. El despertar de un sueño agresivo, como un golpe en la cabeza contra el asfalto.
El consciente siempre es el solitario.

Abre un diálogo ansioso para desplegar todos sus descubrimientos. cual niño en su debut de primavera. Pero a medida que hablaba escuchaba un eco que interrumpía, cada vez más imprudente.
Y se dio cuenta de que más bien era un monólogo.
Y se sintió avergonzado
Y la emoción comenzó a menguar.

Mientras, las curvas del humo se meneaban y envolvían la cabeza del otro, animal absorto, lento y febril.
Cuando el trance se rompe es el segundo quien cae sobre colchón de plumas, y quien difícilmente encuentra soledad entre tantos pioneros de la misma experiencia.
Comienza un diálogo ansioso y estrepitoso, una exposición histérica de todos sus descubrimientos y su anhelo de compartirlos.

Pero el otro ya se había ido.

domingo, 28 de febrero de 2016

Abre los ojos
Cuando sea de noche
Huele en el aire
Que somos muy pocos

La ropa tirada
Las cartas vacías
La noche viniendo
Con alevosías

La oscuridad viene
Siento que me toca
A través del tiempo
Me lanza sus rocas

Bien segura veo
Cómo este desconsuelo
Adora aparecer
Todos los domingos

viernes, 12 de febrero de 2016

Why can we not be sober?
I just want to start this over
Why can we sleep forever?

Yo sólo quiero, quiero empezar todo de nuevo
Y no sé por qué no puedo estar sobria
Quiero dormir para siempre

martes, 9 de febrero de 2016

Ataque de extroversión
De explosión
No tiene remedio
No hay solución en un ciclo
Inquebrantable
Ataques de fuego abierto
Sin general que los comande
Se esparce a campo traviesa
Mata a quien lo sienta

Ya es demasiado
No tiene sentido
Un libro abierto sin lector
Una vela sin insomne
La vigilia sin el sueño
Ya es demasiado
Y soy presa de mi propia explosión

No puede ser justo
Tener un duelo tan memorable
Resaltando los altos
Y ser yo misma
No es justo que vengas invitado
A quitarme el poder de quien ya no espera
Y no es justo esperar
Y aparecer cuando vuelvo la cara

La espera es un parásito.

domingo, 7 de febrero de 2016

Curiosa la conducta de esta criatura.
Se ha pasado cerca de 8 horas pensando
Diremos, pensando, a la postura que enlaza las piernas
y en las cae recae un torso blanco y suave.
La mitad del cuerpo queda atrás,
la otra se desliza hacia el frente
como si viviera una existencia aparte
y absorta canta a la tierra.

Digamos que pensar es resolver el espacio con la mirada
De apretar los labios cada par de minutos
Un parpadeo lento
Un suspiro dormido.
No dice nada,
pero cuando alguien le habla, sonríe.

No. No está pensando. El pensamiento no sonríe.
Está sintiendo.

domingo, 24 de enero de 2016

Exista o no
la mar altanera
que venga rauda
y que roce mis pies
y que después
me queme el habla

Exista o no
el amor y su revés
yo seguiré cantando
cuando abras la ventana
yo seguiré cantando

Exista o no
un motivo
una canción
donde los ojos se tranquen
que frenen la paciencia
y un impulso que se lleve
toda mi inocencia

domingo, 17 de enero de 2016

Ai si ded pipol

Cuanto más me pongo a pensar no dejo de asegurar que ya lo había visto antes. Un poco de lejos, pero antes que sucediera, un poco de cerca, pero no lo suficiente. Siempre tuve la sensación de estar viéndolo a través de mis ojos de vidrio trizado, como si cada fracción de él pudiera entrever dimensiones distintas de la misma cosa. Y esa cosa no eras tú precisamente, pero eras algo como tú. No vale la pena describirte, porque basta decir que te vi de verdad, te vi como si no existiera ninguna realidad excepto tu existencia. Tanto o más que un dios, pero también mucho de bestia. Tanto o más que una luz, pero con la sombra oculta, con la humilde capucha de la modestia. Eras de este mundo, pero en realidad, no lo sé.

Cuando recuerdo tantas cosas que he visto en el medio de la noche, por ahí por las 3 de la mañana,  me encuentro agitada y rebuznando en mi cama como un animal asustado. La verdad abruma. Saber que te ha llegado una "carta" de dudoso origen especialmente para ti pero que no tienes puta idea de cómo leerla, cuándo leerla, o si en realidad no dice nada y ese es el mensaje, es tragicómico, por decir lo menos. Así venías tú, y así venía un numeral vertiginoso de detalles que días después me enteraba que se convirtieron en hechos bien precisos, como la muerte.

Le dicen sueños.
No sé si creerles.