sábado, 24 de agosto de 2013

A veces me urge
con cierta desesperación
encontrar una ventana
que ojalá fuera una persona
poder lanzarme y salir
mientras me susurra
que ya se había lanzado antes
viva voz de la experiencia
que guíe el impulso
la tristeza nocturna
para poder aterrizar
sobre la tierra calma
que me susurre
"te entiendo profundamente"
y esas veces
son las veces que son... más veces.
Muchas veces.