Lo que quieren las niñas

"Antes de cerrar los ojos, antes de volver a abrirlos, de mí se desprende un ritual etéreo y nocturno, que viene del tiempo dividido, que viene sabiendo que lo esperan y que me eriza los sentidos. Cuando todas las noches se funden en sólo un gran firmamento despejado y tibio, comienzo a sentirme amado, tocado por cada molécula de esta brisa que nos envuelve, pero más por la luz guía que enciende tu mirada, más por el misterio que me cuentan tus caderas, el pensamiento que guarda inmensidad y lucidez, tus manos enlazadas a las mías.

No puedo decirte, amada, cuánto he de anhelarte a la vez que el ritual atraviesa la puerta, pero pretendo guardar el relato apenas vengas a mi encuentro, apenas me divises contemplando, apenas desespere con tu aliento, apenas sepas que mis pobres días remotos carecen de belleza y trascendencia hasta que te apareces, invitándome a tu cuerpo, mi única y verdadera."

Me vomitas y sin vergüenza
No te puedes ni levantar
Y gratuitamente acusas
con tu juicio de moho
Ojalá te oxides
Que te den la vida larga
Para que caigas en la cuenta bastante tardíamente
De que al amor no se le apuñala
El amor te apuñala a ti.

La verdad,
Prefiero que te mueras.

Cuánto

A la derecha, saber que el viento viene
Saber que calma, que hay alternativas
Saber que la tierra aún es firme
que me absorbe
Saber que hay colores, que hay canciones

Espera y desespera.
La paciencia,
La duda que yo espero,
La que se enlaza a la imaginación
Cual imán enamorado.

A la izquierda, mi brazo dolido y firme
El pecho quebrado
Quebranto.

A veces
Sólo es
El anhelo
De desaparecer.