sábado, 25 de noviembre de 2023

Sotavento

Ay, hija mía
Tus duelos en mis pupilas
Tan chica y escribiendo
sobre cosas tan vacías
Partiendo musical
Y terminando en cacofonías

Si ha hecho algo el tiempo en mis propias letras
es que los libros contaminaron mi sentir
con las palabras que elijo, los conceptos elevados
la nueva dimensión de comprender
de tanto que porfíé

Ay, hija mía, esto es lo que te buscaste
las comprensiones del macro
las denominaciones del caos
de la experiencia de existir
en cada contexto particular
en cada pertenencia identitaria, social, cultural
la impermanencia de las categorías y las clasificaciones tan inútiles y fútiles

En cada tensión epocal
las opresiones del mundo
en cada pugna de poder
aquí adentro y allá afuera
los templarios decapitando
los libros desentrañando
toda intención de explicarme como tal puesto en entredicho
por tí misma, hija mía
de tan chica hablando
tus cacofonías

Ahora todo es prestado
categoría y concepto, proceso y estructura
estos entendimientos puros de la hipocresía
de una inteligencia con poca alma
de una verdad bien fundamentada
pero con poco amor
de ser asertiva en lo verbal y poco responsable del corazón
en cuidar lo que el mensaje diga
sin escribas ni mediación

Ay hija mía
Siempre eres tan complicada
Si eres bonita e inteligente
Por qué tan desdichada
Me dijeron muchas veces
las almas encarceladas

Ay, hija mía
El amor es tan complicado
si sigues analizando tanto
nadie va a querer tu compañía

Pero que si hoy sigo escribiendo
desde el seso o desde el sentimiento
aunque me pierda en lo que siento por mi pueblo
en lo que siento por mi misma
por mis dos ojos y mis dos manitas

y en los lenguajes que bifurcan esta lengua
y los que unen esta profunda sabiduría
tortuosa, interminable agonía
yo voy a existir
Y que sepas que esta nueva pieza sin rimar ni lógica alguna
la inspiraste tú misma

Hija Mía.

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